Dejando de un lado el factor "frío" (que al final no fue para tanto...) y el hecho sustancial de que tan sólo éramos 17 personas las que asistimos (pregunta: pero, ¿contando o no a los músicos?) ¡vaya pedazo de concierto el que tuvimos la suerte de ver, escuchar, y casi palpar en cada nota! Desde luego, estos chicos de Tropple Quartet son una banda extraordinaria. De tal modo que, casi al final del concierto, surgió un tema, casi de forma espontánea, que hace participar al público, y que va "in crescendo" que hemos tomado la libertad de adoptar como nuestro himno, y que dice así: "Nanananá, na, nana, naa..."
Enseguida subiremos todas las fotos del concierto.